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| Carlos Michel Fumero: isla ideal para actividades deportivas acuáticas |
La isla de coche se encuentra ubicada al sur de la isla de Margarita, en Venezuela. Esta Isla es uno de los lugares más visitados por los turistas nacionales e internacionales para la realización de diversas actividades, como buceo, snorkeling, windsurf, surf, entre otros. Además es ideal para pasar unos días relajados con la familia o amigos.
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| Carlos Michel Fumero: la Isla de Coche es una de las más turísticas del país. |
La isla de coche tiene una extensión aproximada de 11 km, donde la arena y el agua son de disfrute y causan alegría. En muchos lugares podrás encontrar planicies y pequeñas elevaciones montañosas, las cuales no cuenta con mucha vegetación pero si con un color marrón ladrillo, que decora la vista.
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| Carlos Michel Fumero: la Isla de Coche tiene una apariencia rojiza distintiva. |
¿Cómo llegar a la Isla de Coche?
La manera más fácil y más utilizada para llegar al lugar es a través de pequeñas embarcaciones que salen desde El Yaque. Esas embarcaciones suelen llevarte de ida y de vuelta a tu lugar de destino.
Son varias las playas que encontrarás en esta isla:
- Playa El Amor: esta playa tiene un color de tierra bastante fuerte, de un marrón ladrillo. Su agua es transparente y además cuenta con elevaciones montañosas.
- Playa El Saco: se caracteriza por las aves que ahí suelen encontrarse, entre las que destacan las gaviotas y alcatraces.
- Playa La punta: todos los turistas suelen llegar a esta playa porque es la principal de la isla. Luego de llegar ahí puedes partir hacia las demás.
- Playa Los cocos: su principal atractivo son las elevaciones montañosas y los acantilados que dan lugar a una hermosa vista.
En estas playas puedes realizar el buceo, ya que cuentan con peces de colores y hermosos corales, hábitat de hermosos animales.
De igual forma es importante que lleves contigo las cosas que más vayas a utilizar, como el bloqueador solar y la hidratación, ya que es importante siempre mantener protegido del clima y del sol.
Por: Carlos Michel Fumero